sábado, 30 de julio de 2011

UN CAMBIO DE PARADIGMA


UN CAMBIO DE PARADIGMA: DEL CONDUCTISMO AL COGNITIVISMO
“La teoría puede definirse como el conjunto de principios científicamente aceptados que se ofrece para explicar fenómenos que ocurren en la realidad, mientras que un modelo facilita la comprensión de la teoría ya que representa un campo o zona restringida de la teoría, es decir, los aspectos fundamentales de aquella. Los modelos enlazan lo abstracto con lo concreto y puede afirmarse que representan en forma superficial a la teoría. Una teoría nace cuando el investigador o científico posee un cuerpo o conjunto de conocimientos que compara con la realidad mediante la observación o experimentación. De allí surge un problema que dará lugar a una hipótesis la cual es ya una simple representación de la realidad; a esta hipótesis se le llama modelo básico. Para poder contrastar esta hipótesis se construye un modelo material u operativo con el cual se podrá experimentar.
El conductismo
El conductismo ha sido catalogado como la primera teoría de aprendizaje que surge en oposición a los métodos subjetivistas e introspectivos vigentes hasta la primera década del siglo XX. Esta ola reaccionaria se encuentra liderizada por Watson y Skinner quienes se apoyan en los trabajos pioneros de Pavlov sobre reflejo condicionado en animales. Sin embargo, dentro del conductismo pueden diferenciarse dos grandes corrientes. Aquella conducida por Watson y conocida como conductismo clásico-asociativo, que hace énfasis en las asociaciones Estímulo-Respuesta (E-R), y la otra, dirigida por Skinner y denominada conductismo operante que concibe el refuerzo de las asociaciones como factor determinante del aprendizaje. Ambas corrientes persiguen una psicología objetiva antimentalista, basada en la conducta observable.
El paradigma central del conductismo es, entonces, el asociacionismo E-R. Este asociacionismo basado en las conductas constituiría, en términos de Lakatos, el núcleo central del programa de investigación conductista. Igualmente, formarían parte de este núcleo el principio de correspondencia entre el aprendizaje y la realidad externa y el principio de la equipotencialidad. Este último sostiene que todo aprendizaje se lleva a cabo de la misma manera, en todos los contextos y para todos los sujetos mediante procesos de asociación. La órbita protectora del núcleo estaría conformada por el reduccionismo antimentalista, el sujeto como ente pasivo ante los estímulos provenientes del ambiente y el ambientalismo extremo. Por último, el programa convive con anomalías referidas a la falta de consideración del problema humano y a la incapacidad de explicar cómo se adquieren los significados.
De los planteamientos anteriores se deriva que la pedagogía conductista se centra en la tecnificación de la enseñanza con el propósito de moldear la conducta técnico-productiva y optimizar la enseñanza transmicionista (Florez, 1999). Esto es posible gracias al carácter ambientalista del conductismo, pues se considera que el aprendizaje y la conducta son iniciados y controlados por el ambiente. Adicionalmente, es menester reconocer el carácter pasivo que el conductismo otorga al sujeto, ya que se piensa que este último únicamente emite respuestas a partir de las contingencias ambientales (Pozo, 1989). Con este supuesto queda descartada la posibilidad de que el aprendizaje sea una cualidad intrínseca al hombre, negándose así la naturaleza biológica del aprendizaje y, por consiguiente, el desconocimiento de las diferencias individuales.

CONDICIONAMIENTO CLÁSICO
CONDICIONAMIENTO OPERANTE
Un estímulo neurológico se convierte en un reflejo asociado. Ejemplo: el sonido de la campana se asocia con la salivación.
El aprendiz opera en el entorno y recibe una recompensa por determinada conducta. Ejemplo: el individuo acciona una palanca y recibe comida.
Es el reflejo. Una simple conducta innata, en la que produce una respuesta inevitable ante una modificación de la situación ambiental.
No es un reflejo, el sujeto debe realizar una actividad para obtener algo a cambio.
Es una combinación de dos factores, estímulo y respuesta. La conducta es interna e innata.
La conducta es externa, ya que tiene un efecto sobre el mundo exterior al individuo. La relación de la conducta tiene un efecto que aumenta la probabilidad de que en condiciones similares vuelva a aparecer la misma.


El cognitivismo
Cualquiera que haya sido la fecha de su surgimiento, ambas posiciones coinciden en el hecho de incorporar el concepto mentalista para explicar las múltiples anomalías que aquejaban al conductismo, cuyos postulados derivaban de investigaciones desarrolladas con animales. Entre estas anomalías se encuentran: la resistencia de ciertos animales a adquirir asociaciones, automoldeamiento, fenómeno de bloqueo, irrelevancia aprendida y conductas supersticiosas inadecuadas. Todos estos factores comenzaron a irrumpir el núcleo central de la teoría conductista y contribuyeron a su crisis casi letal.
1. Ante la revolución tecnológica promovida por la Segunda Guerra Mundial, la aparición de los computadores y los cohetes autodirigidos resultaba ilógico estudiar la conducta humana viendo correr ratas por un laberinto (Pozo, 1989). El advenimiento del cognoscitivismo ofrecía a la psicología la promesa de estudiar los procesos mentales no estudiados por el conductismo. En consecuencia, la psicología cognitiva se encargaría de analizar la conducta y el aprendizaje sobre la base de las representaciones, estableciendo analogías entre el funcionamiento del computador y el de la mente humana. Es decir, se conjugaría la ciencia artificial con la ciencia cognitiva.
El núcleo central de esta teoría lo conformarían las representaciones mentales y la descomposición recursiva de los procesos mentales en elementos significativos. Estos elementos pueden dividirse en unidades más pequeñas que tienen también propiedades significativas discretas y que al igual que el computador, están unidas por leyes sintácticas. Si se concibe la existencia de una mente humana que determina cómo será procesada la información y la naturaleza de las representaciones mentales construidas por el sujeto, habría que ahondar más en el estudio de esta mente que asocia estos dos parámetros. La inquietud que surge sobre estos principios está relacionada con descartar totalmente el asociacionismo propuesto por el conductismo o si por el contrario esta teoría también se basa en el aprendizaje por asociación, ya no entre estímulos y respuestas sino, por ejemplo, entre representaciones mentales y nueva información o entre representaciones mentales entre sí.
El conocimiento no se recibe pasivamente del entorno (como lo plantea el conductismo), ni de nadie, sino que es procesado y construido por el sujeto cognoscente. Sus posturas difieren en cuanto a la naturaleza de lo social en relación con el individuo”.
Judith Batista y Leonor Salazar. (2003): Vigencia de los enfoques conductista, cognitivista y constructivista en la enseñanza del inglés, Universidad del Zulia. (tomado de internet)
   
TALLER
1.    ¿Brevemente explique el cambio de paradigma del conductismo al cognitivismo?

2.    Defina con sus propias palabras cambio de paradigma y revolución paradigmática.